Hola a todos.
Han pasado muchas cosas en estas últimas semanas y quiero que seáis partícipes de lo sucedido.
El 1 de Julio todas las personas que trabajamos en Echo nos llevamos una sorpresa; STINAPA, ONG local que trabaja en Bonaire en defensa del medioambiente, nos aviso que iban a confiscar un centenar de Loros que estaban presuntamente recluidos de manera ilegal en una casa de campo de la isla. Automáticamente el Dr. Sam Williams, director de Echo, accedió a colaborar y nosotros nos haríamos responsables del cuidado de las aves.
Cuando STINAPA y Sam, acompañados de la policía, llegaron a la casa la situación era dantesca. Cientos de loros apilados en cajas, en condiciones antihigiénicas y con claros síntomas de no recibir correctamente alimento, uno de ellos muerto y abandonado a su suerte en una de las jaulas. Pichones de todas las edades y con diferente grado de desarrollo eran tratados como mera mercancía, sin escrúpulos. En total 112 loros fueron confiscados por las autoridades, entre ellos 17 Amazona barbadensis y en torno a 95 Aratinga pertinax xanthogenia, subespecie endémica de Bonaire.
Pichones confiscados
Evidentemente estamos hablando de un caso de comercio ilegal de loros para satisfacer la demanda local y la de las islas alrededores a Bonaire como Curaçao. No existen poblaciones nativas de Amazona barbadensis en Curaçao y la subespecie de Aratinga pertinax que podemos encontrar en Curaçao (a su vez endémica) no es tan llamativa como la de Bonaire.
Sin ni un segundo que perder nos pusimos manos a la obra para alimentar esos pichones hambrientos. Fue una auténtica odisea y será algo recordado por el equipo por el resto de la vida. Casi 7 horas fueron necesarias para alimentar a los pichones, que esperaban su turno en unas cajas repletas de suciedad acumulada. Todo era improvisado, no disponíamos de material suficiente pero había que reaccionar rápido.
Alimentando pichón de Amazona barbadensis
Durante los siguientes días todo mejoró, siempre hubo una respuesta masiva por parte de voluntarios y colaboradores para ayudarnos a salvar estos pájaros, siendo participes en la alimentación de pichones, limpieza de cajas, alimentación de juveniles y adultos, logística, etc.. Se distribuyeron los pichones por tamaños y una parte de los loros se alojaron en el aviario de liberación. También empezamos a realizar la labor de socialización de los pichones más grandes que presentaban bastante interés en dejar de recibir alimento por parte de nosotros, pasando a comer comida solida gradualmente. Para ello usamos algunos adultos de ambas especies, también confiscados, y que nos iban a ayudar en el proceso de aprendizaje de los pichones.
Adultos y juveniles totalmente independizados, alojados en el aviario.
Es impresionante la rapidez con la que los pichones se aventuraban a probar el nuevo alimento, empezando por un simple juego viendo como su “profesor” se alimentaba. Los dos primeros días se les suplementaba dos veces al día con papilla, teniendo ellos comida solida todo el día a disposición. Después del segundo día la gran mayoría de ellos rechazaba la papilla, incluso teniendo un comportamiento agresivo hacia nosotros. Sin duda es un momento crucial la correcta independización de estos pichones, la idea de los adultos resultó buena y vamos a seguir usándola para los siguientes pichones.
Muy positiva sin duda es la acogida que hemos tenido por parte de todo el mundo, voluntarios en la isla y fuera de ella, donantes, etc. Todo esto es gracias a vosotros, ellos serán libres en unos meses y todos seremos responsables de éste logro. Mi agradecimiento personal y de parte de todo el mundo en Bonaire al World Parrot Trust por apoyar esta causa desde el primer momento en la recogida de fondos y apoyo logístico para las aves.
Por favor, sigan día a día la situación de los loros visitando la página web de Echo (http://www.echobonaire.org) así como en Facebook (http://www.facebook.com/echobonaire.org)
¡Vida eterna a los loros salvajes!